Queridos Compañeros y Compañeras:
Nos hemos reunido en esta conferencia, que se abre en este espacio para conmemorar un aniversario más de unos de los acontecimientos de mayor significación en la historia de la humanidad en los últimos años, de la Gran Revolución Socialista de Octubre, para rendirle homenaje y evocar su asaña y su aporte a la lucha libertaria de la humanidad.
Nuestro pensamiento, nuestros sentimientos se dirigen hoy con profundo reconocimiento y respeto al gran artífice de la revolución rusa, camarada Lenin Y el Partido Bolchevique.
Aún esta de moda, después de ochenta años del estallido de la Gran Revolución de Octubre, hablar de la revolución bolchevique como de una aventura. Pues bien, al decir de John Reed, periodista norteamericano que escribió el libro Los Diez Días Estremecieron al Mundo, "Si es necesario hablar de aventura, esta fue una de las más maravillosas en que se ha empeñado la humanidad, la que abrió a las masas laboriosas el terreno de la historia e hizo depender todo, en adelante, de sus vastas y naturales aspiraciones, de la dictadura revolucionaria proletaria, añadiría yo.
La actitud hacia la Gran Revolución Socialista de Octubre, que hace 80 años marcó el más grande viraje en la historia de la humanidad, ha sido y sigue siendo una línea de demarcación entre los marxistas-leninistas y los revisionistas, entre las fuerzas revolucionarias y los oportunistas.
Es conocida la hostilidad de la burguesía internacional y del imperialismo, que odian la Revolución de Octubre y a Lenin, porque constituye una incalculable pérdida para ellos y ocasionó un irreparable colapso histórico al sistema capitalista mundial el 7 de Noviembre de 1917. Es sabida también la hostilidad de los ideólogos, de las corrientes y de los Partidos políticos burgueses y revisionistas, porque la Revolución de Octubre marcó en la práctica el triunfo del marxismo-leninismo como ideología sobre cuya base se llevaría a cabo la transformación revolucionaria de la sociedad, hacia un mundo nuevo al cual pertenece el futuro. El tiempo probó la permanente actualidad de los valores de las ideas de la gran Revolución Socialista de Octubre y de sus inmortales enseñanzas sobre las vías para la toma del poder por el proletariado, sobre el papel dirigente del partido comunista en la revolución, sobre la alianza de la clase obrera con el campesinado, la ruptura de la vieja maquina estatal burguesa y la constitución del nuevo poder del pueblo, etc.
A lo largo de estos 80 años se han desencadenado múltiples campañas contra la revolución y el socialismo, se han organizado cruzadas y han surgido infinidad de teorías contra el marxismo-leninismo, pero la perestroika de Gorbachov es uno de los ataques más peligrosos y frontales del revisionismo soviético contra las enseñanzas de la Revolución de Octubre y de Lenin y Stalin. Los llamados perestroika y la glasnost fueron vías para reformar los elementos que conservaban aspectos socialistas. Perestroika significó transformar toda la sociedad soviética no para afianzar las posiciones de la clase obrera y del socialismo, sino para darles el tiro de gracia.
El aniversario del triunfo de la Gran Revolución Socialista de Octubre, da la oportunidad de meditar sobre los problemas fundamentales del desarrollo mundial, sobre como hay que concebir el porvenir de la sociedad, quien es el portador del progreso y por qué medio es posible realizarlo, cual es el papel de la clase obrera en el desarrollo social y sobre qué base ideológica es concebido y elaborado su estrategia y táctica.
Estas cuestiones de la lucha ideológica entre los marxistas-leninistas por un lado, y los ideólogos burgueses y oportunistas por el otro, han sido fundamentales no sólo en la época en que triunfó la evolución de Octubre, sino también en la actualidad. Y con mayor razón en el estadio actual cuando ha aumentado la confusión ideológica como resultado del ataque frontal desencadenado por los revisionistas gorbachovianos y todos sus seguidores contra la revolución, el socialismo y marxismo-leninismo.
La Revolución de Octubre demostró que la tendencia general del desarrollo social es el socialismo y la vía para el logro de esto es la revolución socialista con la participación de las amplias masas populares, encabezados por la clase obrera. Esta ley fue refrendado asimismo por el ulterior desarrollo del proceso revolucionario mundial.
Pero este proceso recibió un rudo golpe cuando apareció en el escenario el revisionismo, cuando la traición revisionista se expandió y se puso freno al desarrollo del proceso revolucionario en el camino del socialismo. Esta situación regresiva fue aprovechada y están aprovechando los ideólogos burgueses para denigrar y negar la lucha de los pueblos y del proletariado, así como sus aspiraciones a una nueva sociedad. El tiempo ha demostrado que la concepción de la comunista revolucionario sobre el porvenir ha sido clara e lógica puesto que se apoya en el pensamiento teórico de los clásicos del marxismo-leninismo. Esta concepción no es ni utópica, como preconizan los ideólogos burgueses, ni anacrónica ni anti-democrática, como afirman los teóricos social-demócratas.
Está basada en el análisis científico de las contradicciones del imperialismo, en la necesidad imperativa de la revolución proletaria, de la dictadura del proletariado, sin los cuales ningún caso puede imaginarse y hacerse realidad la sociedad socialista.
No es algo fortuito que la burguesía y los lacayos pretendan que los trabajadores ignoren y abandonen el ideal socialista, nieguen la alternativa socialista del desarrollo. Para ello recurren a argumentos falsos según los cuales el capitalismo ha cambiado de naturaleza, que la sociedad se está desproletarizando y que la sociedad post-industrial occidental da iguales posibilidades, en la que se armonizan cada vez mejor los intereses de todas las capas de la población.
Este camino lo siguieron también las diversas variantes del revisionismo que negaron los principios del marxismo-leninismo y empezaron a buscar un socialismo nuevo "de rostro humano" con una fisonomía más humana.
Los puntos de vistos oportunistas gorbachovianos, que sin tapujos han negado la misión histórica y la lucha de clases del proletariado, la lucha de los pueblos por la liberación nacional, la revolución proletaria y la dictadura del proletariado, han profundizado aún más la confusión ideológica. Los revisionistas consideran todo esto estereotipado y caduco, que no se ha ajusta a los cambios que han operado en el mundo y por consiguiente hay que buscar otros caminos hacia el porvenir. Proponen a que se creen un nuevo régimen mundial, en el que converjan y se integren el socialismo y el capitalismo. Esto significa perpetuar el sistema capitalista, aportar a los pueblos de la lucha contra el neo-colonialismo, a la clase obrera de la lucha contra el yugo del capital monopolista, y, en el plano internacional, permitir que las superpotencias, los Estados Unidos, Japón y los demás países imperialistas, conserven sus esferas de influencia monopolizando el derecho a decidir sobre todos los problemas internacionales.
Los ideas de Octubre y de Lenin representan una gran herencia teórica y práctica para los revolucionarios y las fuerzas progresistas de todo el mundo. Demuestran que el mundo puede y debe transformarse mediante la revolución, que el socialismo es el único sistema social al que corresponde el porvenir y la única alternativa para acabar con la explotación del hombre por el hombre, capaz de dar salida a todos los problemas que plantea el actual desarrollo social y afrontar todos los desafíos de la época. Estas enseñanzas de valor universal no pueden ser empañadas por el golpe contra-revolucionario de los revisionistas, que traicionaron las ideas de la Revolución de Octubre.
La perestroika no tiene nada en común ni con Lenin ni con el Leninismo, es una ideología y programa revisionista.
Los partidos marxistas-leninistas y revolucionarios conscientes han enarbolado la bandera de la Revolución de Octubre y de las enseñanzas de Lenin y Stalin, luchando para aplicar sus ideas revolucionarias por la construcción del partido de nuevo tipo y la defensa del marxismo-leninismo.
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