En Marcha
Órgano Central del
Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador (PCMLE)
Del 26 de noviembre a 5 de diciembre de 2002

Victoria del Pueblo y La Izquierda

Lucio Gutierrez
Presidente electo

"El proletariado se valdrá de su dominación política para ir arrancando gradualmente a la burguesía todo el capital, para centralizar todos los instrumentos de producción en manos del Estado, es decir, del proletariado organizado como clase dominante, y para aumentar con la mayor rapidez posible la suma de las fuerzas productivas".


Editorial

Se abre una nueva página en la historia del Ecuador

El triunfo de Lucio Gutiérrez en las elecciones del domingo 24 abre la posibilidad cierta del inicio de un periodo de transformaciones positivas para los pueblos del Ecuador. Las oligarquías y el imperialismo han sido derrotados y los trabajadores y pueblos del Ecuador han obtenido una trascendente victoria política, sin parangón en el pasado.

En esta segunda vuelta electoral, el pueblo ha tenido que sobrepasar una agresiva campaña anticomunista desatada por el grupo oligárquico que encabeza Álvaro Noboa, demostrando que, en la conciencia popular ha tomado fuerza la necesidad de alcanzar un gobierno que encabece la realización de cambios económicos, políticos y sociales. Nuestro Partido, junto a las organizaciones integrantes de Unidad Popular, trabajamos desde la primera vuelta a favor de la candidatura de Lucio Gutiérrez y Alfredo Palacio, porque se gestó  en medio de la lucha de las organizaciones populares que combatimos en contra del neoliberalismo y la corrupción, y, porque el programa por ellos levantado para enfrentar la actual crisis del país contiene elementos de contenido popular y de resistencia a la injerencia extranjera, aspectos que, para su cabal ejecución demandan la constitución de un gobierno del pueblo.

Pero el triunfo electoral de Gutiérrez no implica ya la victoria del proyecto político por el cual votó el pueblo. Hay muchos factores y fuerzas que actúan en el escenario en una y otra dirección, que pueden hacer de la próxima administración gubernamental la gestora de importantes realizaciones populares o, en otro sentido, la continuación de lo que hasta ahora ha recibido el pueblo: nada en su favor. Ha sido evidente que la candidatura de Lucio Gutiérrez contraría los intereses y aspiraciones de los grupos oligárquicos criollos y de la embajada norteamericana y, por supuesto, estas fuerzas no se quedarán con los brazos cruzados, como no lo hicieron en el proceso electoral pasado. Las presiones, maniobras, chantajes, provocaciones para virar el rumbo del gobierno prometido por Gutiérrez se presentarán de una u otra forma y de manera insistente. No podemos descartar en este accionar, el propósito de tumbar al gobierno.

Pero las presiones y maniobras no solo provendrán desde el andarivel de la burguesía y el imperialismo. Aquellas vendrán también desde posiciones "infantiles de izquierda", como las que se expresan ahora con la dirección de la denominada Coordinadora de Movimientos Sociales que, antes de culminar la segunda vuelta electoral ya le declararon la oposición a Gutiérrez, amenazando de retirarle su apoyo, a lo cual los trabajadores se preguntan ¿qué apoyo dieron en la campaña a Lucio? No faltarán tampoco las posturas que, partiendo de posiciones trotskistas, condenen al nuevo gobierno por una actitud "paniaguada" demandando transformaciones socialistas. En un anterior editorial de En Marcha, advertimos también del peligro del sectarismo y exclusivismo político profesado por fuerza populares que rodean a Gutiérrez.

En tales circunstancias, la garantía para que el próximo gobierno tenga un carácter popular depende de dos grandes aspectos. Que Lucio Gutiérrez no se aleje de la esencia de la propuesta programática presentada en la primera vuelta electoral, que reivindicaba una posición de defensa de la soberanía nacional, de atención a las necesidades materiales y espirituales de las masas y de respeto y promoción a los derechos de los trabajadores y de los pueblos.  Y en segundo lugar, que las masas organizadas cumplan un rol protagónico en en dicho gobierno. Éstas deben ser gestoras de los cambios por ellas anhelados, desde sus organizaciones deben salir propuestas, planteamientos y el compromiso de trabajar por su cristalización. A su vez, deben convertirse en defensoras activas de las conquistas que van alcanzando. Si Gutiérrez se apoya en las masas y en sus propuestas, éste será un gobierno fuerte, que enfrente los embates de los enemigos del pueblo y, en realidad, se convertirá en el primer gobierno popular del Ecuador.

Para nosotros, como comunistas que somos, está clara la diferencia entre lo que implica un gobierno popular y uno de contenido revolucionario. Hemos apoyado a Gutiérrez conociendo el alcance que tiene su propuesta programática y lo seguiremos haciendo en la medida que no se aparte de su esencia. Por supuesto, sabemos que no se trata de un gobierno revolucionario. Este lo conquista el proletariado derrotando política y militarmente a la burguesía, tomando por la fuerza el Estado capitalista para, sobre sus cenizas construir el Estado socialista, lo que implica, acabar con la explotación asalariada y con la propiedad privada. Ésa no es la naturaleza del gobierno de Gutiérrez y debemos entender el límite que tiene.

No obstante esto, la actitud revolucionaria hoy se expresa en contribuir, con toda iniciativa y esfuerzo, para que, en realidad, Gutiérrez pueda encabezar un gobierno de unidad popular.


"La izquierda junto al pueblo hemos vuelto a derrotar a la oligarquía" Entrevista al c. Oswaldo Palacios, Vocero Nacional del PCMLE y de Unidad Popular

En Marcha: ¿Cuál es el significado del triunfo de Lucio Gutiérrez?

O.P.: Un candidato que no pertenece al establecimiento oligárquico, que no es un burgués, que no se halla ligado a las clases dominantes, triunfa en un proceso electoral de la democracia burguesa, apoyado por un amplísimo movimiento popular de los trabajadores, los indígenas, los maestros, la juventud, las mujeres pobres, los profesionales, los pequeños comerciantes, los artesanos, etc., representados por sus organizaciones políticas, los partidos de izquierda y sus organizaciones sociales, como la CONAIE, la UNE, las Centrales Sindicales, la FEUE, etc. Esto sucede por vez primera en la historia reciente del país, los trabajadores y lo pueblos hemos derrotado a la oligarquía y sus candidatos, lo cual crea las condiciones para poder arribar a cambios democráticos muy significativos, en beneficio de las mayorías.

E.M.:¿Cuáles son las expectativas que tiene el partido con este nuevo gobierno?.

O.P.: Las expectativas que tenemos los comunistas, junto a los pueblos del Ecuador son importantes, en la medida que el nuevo gobierno impulse los cambios urgentes que han sido planteados en las distintas jornadas de lucha que han protagonizado los sectores sociales, obreros, maestros, indígenas y campesinos, la juventud estudiantil, los jubilados, etc. Si ese movimiento tiene la disposición a la lucha y el gobierno cumple su palabra se puede iniciar un real combate a la corrupción, enfrentar la impunidad y sancionar a todos los que se han beneficiado delictuosamente de los recursos del país.

Un movimiento de masas, impulsado por la izquierda revolucionaria, un gobernante dispuesto a avanzar, entregan las bases para salir en la defensa de la soberanía nacional, contra las imposiciones de los organismos imperialistas. Esto requiere que nuestros pueblos nos unamos, estemos movilizados y dispuestos con nuestra acción a ver realizadas nuestras aspiraciones, a apoyar al régimen para emprender los cambios que se necesitan.

E.M.:¿El pueblo ha llegado al poder o al gobierno?

O.P.: El pueblo ha apoyado a un patriota, a un militar rebelde que antes y durante la campaña empuñó las banderas de la anticorrupción, del cambio, de la justicia social y ello permitió que se formara este gran movimiento que ubica ahora al Coronel. Lucio Gutiérrez en la presidencia de la República. Los comunistas marxista leninistas hemos trabajado a favor de esta candidatura, para cristalizar esos cambios.

El gobierno, dependiendo de su composición, de sus políticas y de la direccionalidad que tome, tiene las mejores perspectivas para ser un gobierno al servicio del pueblo, para hacer realidad y avanzar en los cambios fundamentales que necesita el Ecuador, que sirva a los intereses de los de abajo, de los desposeídos, de los excluidos, de la nación ecuatoriana y de las nacionalidades y pueblos.

La lucha por el poder popular, para que el pueblo se halle en el poder continúa y este triunfo electoral es un importante paso para conquistarlo.

E.M.:¿Cuáles son las tareas actuales del Partido y de los pueblos?

O.P.: Algo había señalado al principio. Los cambios sociales, sobre todo los más trascendentes no caen del cielo. Los trabajadores y los pueblos no podemos sentarnos a esperar lo que Lucio "nos vaya a dar" o "lo que Lucio haga". Nada de eso. Junto al Coronel rebelde, al patriota que es Lucio Gutiérrez, junto a los partidos de izquierda y nuestras organizaciones sindicales, campesinas, indígenas y populares, debemos avanzar hacia los cambios que se requieren. Como partido, como pueblos y como organizaciones tenemos propuestas, por ejemplo, para la reactivación del aparato productivo, agrícola, industrial, artesanal, para generar el empleo, para reivindicar los derechos nacionales de los indígenas, erradicar el analfabetismo, alcanzar una educación para todos, planteamientos sobre políticas estatales de salud, seguridad social, defensa del medio ambiente, etc. Esas banderas debemos flamearlas a todo lo alto, lograr que todos los miembros de nuestras organizaciones comprendan el alcance de esas propuestas y estén dispuestos a luchar por ellas, para con la palabra empeñada de Lucio emprendamos las acciones para hacerlas realidad, para vencer la oposición de la oligarquía frente a los cambios.

En todo caso, estamos viviendo un nuevo e importante momento de la lucha de clases en el Ecuador; hay que comprender que el sujeto de la historia, los que realizan los cambios y mueven las transformaciones son los pueblos, los grandes conglomerados sociales y los revolucionarios tenemos que marchar junto a ellos, para imprimir rumbo, para avanzar en el proceso de nuestra revolución. Esa es la tarea que nos impone el presente y nos proyecta al futuro.....

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