BOLETIN – RAYO DE LUZ
Mayo 2010*
Número 58
Publicación de la Organización Laboral Revolucionaria, EUA
* [Traducción del inglés del Boletín Número 58 de enero-febrero 2010]

El Golpe en Honduras, el Régimen de Obama y los Problemas de la Revolución en América Latina

El 28 de junio del 2009, los militares hondureños, dirigidos por hombres adiestrados en la notoria “Escuela de Las Américas” en los EUA, capturaron al Presidente electo y lo enviaron a Costa Rica, todavía vistiendo sus pijamas. Estos hechos no son los únicos en la larga y trágica historia de Centro América y América Latina, desde que el imperialismo estadounidense se convirtió en la fuerza dominante del hemisferio occidental hacen más de cien años. Lo que fue nuevo y diferente al momento del golpe fue la creciente independencia política y económica de gran parte de América Latina del imperialismo de los EEUU.

Debido a que las guerras promovidas por Bush a lo lejos en Afganistán e Irak distraían al imperialismo “yanqui,” y que los imperialistas europeos, China, Brasil y otros estaban retando la hegemonía de los EEUU en América Latina, gobiernos izquierdistas y otros que se inclinaban a la izquierda habían surgido, en muchos casos debido a levantamientos populares y en algunos casos, luchas populares prolongadas – en Bolivia, Ecuador, Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, Nicaragua, El Salvador, Belice y otros, con la alianza Venezuela-Cuba al centro.*

* En Martinica y Guadalupe, durante este tiempo, los trabajadores sindicalizados llevaron a cabo masivas huelgas generales victoriosas en todas las islas en contra del imperialismo francés y sus oligarcas locales.

En todos estos países, en un grado u otro, la vieja oligarquía que está alineada con el imperialismo de los EEUU estaba amenazada con desaparecer, mientras las masas de América Latina incluyendo a pueblos indígenas que desde largo tiempo sufren, comenzaron a vivir algunos adelantos materiales y sociales en sus condiciones de vida.

Fueron estos vientos de cambios progresistas a nivel continental lo que influenció al Presidente hondureño Manuel Zelaya, un ranchero de las filas de la oligarquía, a implementar importantes políticas a favor del pueblo los cuales mejoraron las vidas de las masas hondureñas a expensas de sus colegas de la oligarquía del Partido Liberal. Zelaya firmó un acuerdo con el gobierno venezolano bajo el liderato de Hugo Chávez sobre Petrocaribe que le proveía gasolina a un bajo costo, lo cual disgustó a la Texaco y la Shell entre otros. El dirigió la afiliación de Honduras a ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) la organización para la cooperación económica de la región dirigida por Venezuela y Cuba que reta directamente a la hegemonía de los EEUU. ¡Más importante, al comienzo del 2009, Zelaya implementó una medida que aumentaba el salario mínimo hondureño en un 60%! Esta medida mejoró de forma directa las vidas de las masas hondureñas y redujo de manera directa las súper ganancias de los gigantescos conglomerados agrícolas basados en los EEUU, Chiquita y Dole, además del poder de la oligarquía hondureña.

Zelaya fue derrocado el mismo día en que iba a celebrar un referéndum sobre la pregunta de una asamblea constituyente. La asamblea hubiese sentado las bases para poner más poder en las manos del pueblo, restando el mismo a la oligarquía y sus jefes imperialistas. Varios días después del golpe, quinientas mil personas (en un país con siete millones) se congregaron en el aeropuerto de Tegucigalpa para abrir camino y darle la bienvenida al regreso de Zelaya. Pero los militares bloquearon al aeropuerto.

Fue en este contexto que el otro ingrediente nuevo y diferente fue introducido a la crisis hondureña por la soberanía. ¡En una ruptura radical con la conducta de previos jefes de estado de los EEUU, el todavía nuevo Presidente de los EUA, Barack Obama, condenó el golpe! 



Cinco meses después, el 29 de noviembre 2009, con Zelaya todavía fuera de la presidencia, se “eligió” a un nuevo presidente de Honduras. Porfirio Lobo, candidato del conservador Partido Nacional, es un acaudalado terrateniente y un representante más de la oligarquía hondureña y el imperialismo de los EEUU. La llamada “elección democrática” se celebró bajo el control total del gobierno ilegítimo golpista de Micheletti y respaldado  por los militares hondureños adiestrados por los EEUU.* El régimen golpista hasta dio marcha atrás sobre el acuerdo Tegucigalpa-San José del 30 de octubre el cual prometió el regreso de Zelaya a la presidencia para que pudiera por lo menos simbólicamente convocar las elecciones del 29 de noviembre y proveer una imagen de legitimidad al próximo presidente reaccionario. Fue sobre la base de esta última intransigencia por el Régimen Golpista que el depuesto presidente Zelaya convoco a un boicot a estas elecciones.
* El destacado dirigente revolucionario filipino José María Sisón, presidente de la Liga Internacional de los Pueblos en Lucha, señaló el 8 de julio del 2009 en una declaración “Sobre el Golpe de Estado en Honduras,” “El ejército hondureño es prácticamente una extensión del Pentágono de los EEUU. El General Romeo Vásquez quién preside la comandancia militar que dirigió el golpe, y el General Luis Javier Prince Suazo, el comandante de las Fuerzas Aéreas, son ambos graduados de la notoria Escuela de Las Américas…. La Comandancia del Sur de los EEUU celebra más de 50 ejercicios en conjunto con el ejército hondureño cada año. Los EEUU ha enviado más de $18.41 mil en armamentos a este país de 7.3 millones durante los últimos diez años por medio de su programa de ventas militares al extranjero.”

Según el Concilio Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas, 800 soldados de los EEUU, con su base en la tierra hondureña participo con los militares hondureños en una muestra de la fuerza con el propósito de intimidar a las masas hondureños para que participen en la farsa electoral. Además, trabajadores del gobierno, por ejemplo, fueron amenazados con despidos inmediatos si no votaban.

El Partido Nacional y el Partido Liberal (¡el partido de Zelaya y Micheletti!), los dos partidos que participaron en las elecciones, representan a la oligarquía. Sin embargo, 20 candidatos de los 62 candidatos iniciales del Partido Liberal, respondieron al llamado de Zelaya para que se retiraran de las elecciones y se unieron al movimiento del boicot en defensa de la democracia y soberanía nacional hondureña. Hasta las Naciones Unidas que normalmente respaldan las políticas imperialistas de los EEUU y la Organización de Estados Americanos (OEA) ambos rehusaron enviar observadores a las elecciones hondureñas. Rehusaron dar su bendición a esta burla a la justicia. Líderes prominentes centristas y aun derechistas latinoamericanos, incluyendo al Presidente Lula de Brasil, el presidente argentino Kirchner y el presidente mexicano Calderón, todos se declararon inequívocamente en contra del reconocimiento de la elección.

En la reunión de la OEA de noviembre solo los gobiernos de los EEUU y el de Panamá, [país que sufrió] una invasión militar de los EEUU en 1989, votaron a favor de reconocer la elección.

Otra señal positiva fue que el nuevo presidente de la AFL-CIO, Richard Trumka, quién representa a más de once millones de trabajadores en los EUA, envió una carta a la Secretaria de Estado Hillary Clinton expresando la inequívoca oposición a las elecciones en Honduras “a menos que el Presidente Zelaya sea reinstalado al poder y se garanticen condiciones libres y justas.” Como señaló el presidente Trumka, “nuestra posición sobre la crisis se ha establecido en consulta con el movimiento laboral hondureño, el cual está inequívocamente opuesto al golpe del 28 de junio, a la continuación del gobierno de facto, y a cualquier futura elección celebrada por el régimen Micheletti.” ¡Esta posición representa, por lo menos hasta cierto punto, una ruptura positiva de la política internacional tradicional de la AFL-CIO la cual ha estado en sintonía con el imperialismo estadounidense y le ha ganado a la federación laboral el dudoso nombre de “AFL-CIA”! Y aunque Trumka no se opuso abiertamente a Obama-Clinton y al Partido Demócrata, esta nueva política enfrentó a la AFL-CIO por los menos por el momento, en oposición con el régimen de Obama y en solidaridad con la Confederación Sindical de las Américas la cual representa 45 millones trabajadores en este hemisferio.

¡A frente de todo esto, a pesar de todo esto, el régimen de Obama estuvo en una posición de respaldar la elección hondureña y su fruto podrido, Porfirio Lobo!

Obama y su Secretaria de Estado, Hillary Clinton, no sustituyeron al embajador de los EEUU, Hugo Llorens quien estaba en su posición desde el Régimen Bush – no antes, cuando el Presidente Zelaya se dirigió a Obama, ni después del golpe, cuando todos los embajadores de otros países fueron retirados en protesta por el golpe. Zelaya tenía razón al querer el retiro de Llorens, ya que antes que George Bush lo nombrara, él había sido Consejero de Seguridad Nacional de los EEUU en Venezuela durante el golpe del 2002. ¡Esto fue cuando Bush se identificó y al imperialismo de los EEUU siendo el único jefe de estado quien reconoció al gobierno golpista que derrocó a Chávez; el mismo solo duró dos días! Fue el embajador Llorens quien ahora declara la política cínica hacia Honduras reconociendo la elección del 29 de noviembre, semanas antes de darse la misma, con la excusa de que no se le negara a Honduras el “derecho al voto.”

A pesar de la fuerte presencia militar en las calles, la represión violenta de manifestaciones en la principal ciudad industrial de San Pedro y otros lugares, y las amenazas de despedir de sus empleos a los que no votaran, una mayoría sustancial del pueblo hondureño boicoteó la elección en oposición al golpe y la oligarquía y en respaldo del depuesto presidente Zelaya y la democracia hondureña. Fuentes confiables citan que el 62% de los elegibles para votar boicotearon la elección y que el 38% participó. Sin embargo, inmediatamente luego de la elección, los medios imperialistas de los EEUU a servicio del gobierno Obama-Clinton promovieron la ilusión que una gran mayoría salió a votar. Estos títeres imperialistas intentaron caracterizar la elección hondureña como una expresión legítima de la voluntad del pueblo; y esperan que el pueblo hondureño, agotado por los meses de lucha intensa, ahora acepte el resultado del golpe.

Los gobiernos títeres y reaccionarios de Panamá, Colombia y Perú siguieron lo establecido por el Régimen Obama y reconocieron la falsa electoral. Siniestramente, el presidente de Costa Rica, Oscar Arias también aprobó la falsa electoral en contra de la voluntad popular del pueblo hondureño. Arias fue el supuesto negociador “neutral” que recomendó Hillary Clinton y quien fue aceptado por Micheletti y Zelaya en las largas negociaciones que contribuyeron a prevenir que Zelaya organizara una lucha determinada para regresar al poder como pedía el pueblo de Honduras y por la cual pagaron con su sudor, sangre y lágrimas.

 ¡En los cinco largos meses luego del golpe, el Régimen Obama-Clinton de manera hábil ha convertido su posición desfavorable a una ganadora! Utilizando la zanahoria y el garrote, moviéndose gradualmente de la “condena” por Obama del golpe hacia el reconocimiento de la criatura ilegítima, Porfirio Lobo, el imperialismo estadounidense ha logrado el éxito de otro golpe en su larga historia criminal en Centro y Sur América.



Vientos de Cambios Progresistas Soplan Sobre América Latina 

Daniel Ortega, Hugo Chavez, Evo Morales, Mel Zelaya

Un elemento constante a través de más de cien años, ha sido la opresión de los pueblos de América Latina, principalmente por el imperialismo de los EEUU y sus aliados compradores y la oligarquía dentro de cada país por un lado; y por el otro, el deseo candente de los pueblos de América Latina por la liberación nacional y social, un deseo que se ha manifestado en las luchas heroicas que se han dado durante ese periodo.

Sin embargo, durante la última década se han manifestado fuertes vientos a favor del cambio progresista por todo Latinoamérica. Este movimiento masivo ha sido contenido por varios factores sobresalientes. Entre estos se encuentran la arrogancia, ignorancia, chovinismo, el alcance estratégico militar, y el creciente endeudamiento de la superpotencia imperialista de los EEUU, el poder hegemónico del campo imperialista que intenta establecer un imperio estadounidense todopoderoso. El Régimen Bush-Cheney, a la cabeza de este imperio, ayudó a educar una nueva generación de patriotas y campesinos antiimperialistas, intelectuales y proletarios en América Latina, como en otros lugares, sobre la necesidad de luchar en contra del enemigo principal de la humanidad, el imperialismo, dirigido por el imperialismo de los EEUU.

Además, el creciente reto económico y político a la hegemonía de los EEUU, hasta en América Latina, por sus socios-rivales imperialistas de la Unión Europea, también por China ascendiente, India, Rusia acaudalado con petróleo y el Medio Oriente, etc. le ha facilitado un espacio de maniobra a las fuerzas burguesas a través de América Latina para ejercer un nivel de independencia nacional económica y política del imperialismo estadounidense. El poder económico del gobierno de Brasil y la creación de Mercosur son una expresión de esto. De la misma forma, el establecimiento de una alianza estratégica política y económica entre el heroico gobierno cubano y el gobierno venezolano, destacando el intercambio de médicos y maestros cubanos por el petróleo venezolano, ha creado un polo antiimperialista formidable alrededor del cual todas los países de América Latina se pueden unir.*

* No nos sorprende que Barack Obama demonizó a Fidel Castro y Hugo Chávez durante su campaña para la presidencia de los EEUU. De esa manera nos señaló la continuación de su futura administración con las políticas imperialistas anteriores de los EEUU, que seguían la bicentenaria Doctrina Monroe, que estable que los EEUU pueden dominar a todo el hemisferio occidental. Sin embargo, unos meses después de llegar a la presidencia, Obama se vio obligado a asumir una posición conciliatoria hacia Cuba y Venezuela. Modificó el embargo de los EEUU contra Cuba, de manera social y económica, y aprobó la invitación a Cuba para que se reintegrara a la OEA, una organización que por años ha sido utilizada por el imperialismo de los EEUU para aislar la heroica nación cubana. Entonces Obama tuvo una interacción amigable personal con Hugo Chávez que recibió amplia cobertura.

Tercero, en varis países, los levantamientos populares han proveído una base sólida que ha fortalecido independencia nacional burguesa en oposición al imperialismo encabezado por el imperialismo estadounidense. Las luchas por los derechos minerales y sobre el agua, por ejemplo, resultaron en la elección de Evo Morales como Presidente de Bolivia en diciembre 2005, un líder militante de masas como el primer presidente indígena de América Latina.

Eleccion en Bolivia Este mes, varios días luego de la farsa electoral en Honduras, para la consternación de los EEUU y las fuerzas de la reacción de Latinoamérica, Morales fue reelecto a un segundo término de manera abrumadora, en gran parte debido al respaldo de la población mayoritaria empobrecida indígena. Como señalara la revista The Economist (semana del 12 de diciembre), “El 90% de los electores participaron. Esto significa un respaldo impresionante para la revolución social dirigida por el Señor Morales, un líder de los trabajadores de la coca de origen indígena Aymara…” [Énfasis de ORL] Y su izquierdista Partido Movimiento Al Socialismo logró mayorías en el Senado y la cámara, lo que garantiza que su partido implementará las reformas domésticas tan necesitadas y que fortalecerá las alianzas antiimperialistas del hemisferio.

El mismo día del desastre electoral hondureño, la contienda electoral para el desempate en Uruguay le dio la victoria al “Frente Amplio, de tendencia centro izquierda para que gobernara por cinco años más.” El nuevo presidente José Mujica, “un socialista de sencillo hablar quien” fue integrante de la guerrilla Los Tupamaros y “en una ocasión dirigió un movimiento armado ahora desprecia lo que llama ‘las ideologías estúpidas,’” de acuerdo con el Boston Globe (30-11- 09). En verdad el triunfo de Mujica se debió mucho a que el actual presidente y titular del Frente Amplio, Tabare Vázquez, un oncólogo marxista, gozaba de una popularidad impresionante del 71%, mientras que su único término, limitado por la Constitución de Uruguay, estaba llegando a su conclusión. Entre los logros de la presidencia de Vázquez estuvo, “la imposición de un impuesto progresivo al ingreso y utilizando esos ingresos para reducir el desempleo y la pobreza [y] proveer el acceso a servicios de salud a todos los menores de 18 años de edad...” (Ibíd.)  Como señalara el Globe, “el Partido Nacional intercambió el poder con el derechista Partido Colorado por 150 años hasta que el Frente Amplio unió a suficientes facciones de la izquierda hacen cinco años para darle la victoria presidencial a Vázquez.”

En Paraguay, el Presidente Fernando Lugo quien fue un obispo predicador de la teología de la liberación ha representado “un cambio refrescante en una nación que sufrió 60 años de desgobierno, bajo el Partido Colorado”. (The Economist, la semana del 12 de diciembre) Su gobierno ha promovido reformas en la educación y salud, e inició el pago de beneficios a familias pobres. También firmó un acuerdo con Brasil, que le concedió a Paraguay un aumento en los ingresos de la gigantesca planta hidroeléctrica Itaipu la cual provee energía a ambos países. Estas pequeñas mejoras representan una amenaza que la vieja guardia no tolera. El congreso, dominado por el Partido Colorado, ahora obstaculiza todos intentos por legislar reformas. Debido a este clima, el Presidente Lugo recientemente removió de sus cargos a los jefes de las fuerzas armadas señalando que hay golpistas entre los militares. Y está tratando de movilizar a los pobres del país para la lucha contra la oligarquía.

En algunos de los países claves de América Latina, como Brasil donde el líder del Partido de los Trabajadores, el Presidente Lula da Silva, y en Chile, donde la anterior presidenta Michelle Bachelet se convirtió en la primera persona víctima del Régimen Pinochet-USA CIA que llega a la presidencia, sus administraciones han sido marcadas por políticas de izquierda moderada “progresistas”. Aunque Lula y Bachelet han llevado a cabo políticas sin garras en sus relaciones con los imperialistas, y Lula traicionó a las masas haitianas al enviar tropas brasileñas para dirigir la fuerza militar de ocupación de la ONU, con el propósito de garantizar la “paz” luego de que los EEUU destituyera a Aristide, haciéndole el juego al imperialismo de los EEUU y de Francia, estos presidentes no son meros títeres del imperialismo estadounidense como lo fueron los anteriores presidentes de Brasil y Chile.

El pasado febrero en Venezuela, a pesar de las fluctuaciones en el precio del petróleo que afectan grandemente los ingresos del gobierno, luego de diez años en la presidencia, Hugo Chávez ganó lo que el estaba buscando por mucho tiempo, un referéndum que eliminó las restricciones impidiendo que el  presidente se postulara sin límites a la principal oficina del país. Entonces el Presidente Correa de Ecuador y el Presidente Morales de Bolivia han hecho lo mismo lo cual ha fortalecido la estabilidad de su alianza, por los menos hasta ahora. Daniel Ortega inicialmente llegó al poder en 1985 por medio de la lucha armada revolucionaria regresado al poder veinte años después por medio de la vía electoral y un programa mucho más moderado. También es otro aliado de Chávez que intenta eliminar las restricciones a postularse de nuevo a la presidencia lo cual aumentaría la estabilidad de la ola centro izquierdista.

El referéndum venezolano y el respaldo popular que refleja le proveen a Chávez una base más estable sobre la cual construir la asociación económica del ALBA además de contemplar una organización regional militar y política. Pero esta “estabilidad” progresista no tiene garantía que tendrá una vida larga en las Américas, mientras el imperialismo de los EEUU se mantiene fuerte. El golpe en Honduras establece esto de manera abundantemente clara.

No obstante, todos estos elementos, y en especial el hecho que la Venezuela petrolera de Chávez le ha concedido al gobierno dirigido por Fidel Castro durante los cincuenta años de la Revolución Cubana una nueva energía, luego que la Cuba antiimperialista de manera heroica sobrevivió la desaparición del Campo Socialista, a noventa millas de las entrañas de la bestia. Todos estos sucesos representan un adelanto a nivel continental que amenaza la existencia de las oligarquías Latinoamericanas y de su amo, el imperialismo de los EEUU. El golpe militar en Honduras tiene el propósito de detener estos adelantos.



De hecho, el golpe hondureño ya ha tenido un impacto negativo sustancial sobre los vientos de cambio progresista en América Latina. En El Salvador, Mauricio Funes, del Frente Nacional Farabundo Marti (FMLN) fue electo a la presidencia en marzo del 2009. A pesar de la historia revolucionaria de su partido, Funes ha anunciado en los últimos días, obviamente intimidado por el golpe en Honduras, que durante su primer periodo presidencial su gobierno no intentará afiliarse al ALBA.

De aun mayor importancia estratégica, a solo horas de que Zelaya firmara el acuerdo de Tegucigalpa-San José, dándole su bendición a las elecciones proyectadas para Honduras y sin darse cuenta de que renunciaba a su restitución a la presidencia hondureña, el presidente reaccionario de Colombia Uribe anunció que él había firmado un acuerdo con el Régimen de Obama que le entregaba siete bases militares al imperialismo estadounidense para ser usado en contra de los pueblos de América Latina.* Luego de ese hecho en un encuentro de la UNASUR, Unión de Naciones Sur Americanas, los presidentes sur americanos criticaron fuertemente el acuerdo y expresaron su preocupación que “con esta medida la administración de Obama ha alejado aun más que la administración de Bush a ciertos países latinoamericanos, enviándoles un mensaje con el mollero militar.” (School of the Americas Watch, 30-10-09) ¡A pesar de esta declaración conjunta en respuesta al establecimiento de siete nuevas bases militares estadounidenses en Colombia, y luego de la invasión por militares colombianos a Ecuador recientemente, el presidente izquierdista ecuatoriano, Rafael Correa, ya anunció el reestablecimiento de relaciones bilaterales con el Régimen criminal de Uribe!

* ¡Relacionado con este hecho es notable de recordar que el día después del golpe en Honduras, Obama se reunió cara a cara con Uribe en Washington, DC!



El Papel Crucial Desempeñado por el Oportunismo en la Victoria del Golpe

¡¿Con todos estos sucesos positivos, y el tremendo giro hacia la izquierda de las masas en América Latina durante la última década, y el largo historial sangriento del imperialismo de los EEUU en América Latina, como puede el Régimen de Obama quedarse impune con el golpe de Honduras?! ¡¿Cómo pueden establecer una nueva cabecera ominosa imperialista en Colombia?!

La principal razón es que el movimiento revolucionario proletario de cada país, además de a nivel continental y mundial, no se ha mantenido al paso con los adelantos populares. El movimiento revolucionario de la clase trabajadora no ejerce el liderato en el movimiento de las masas aun en los países que son más consistentemente antiimperialista de América Latina. De modo que todo el movimiento progresista de América Latina es susceptible a las aspiraciones estrechas y mezquinas burgués e ilusiones democrático burgués en relación al imperialismo, dirigido por el imperialismo de los EEUU. ¡Con el triunfo electoral de un hombre de color aparentemente dignificado y habilidoso de origen humilde, Barack Obama, como Presidente de los EUA, el imperialismo de los EEUU tuvo una nueva oportunidad para tomar la iniciativa en relación al liderato oportunista de la burguesía y pequeña burguesía del movimiento antiimperialista de América Latina y para comenzar a apoderarse nuevamente de “su” hemisferio! Honduras proveyó esa oportunidad.

Manuel Zelaya es de la oligarquía reaccionaria que ha gobernado a Honduras en alianza con el imperialismo de los EEUU por los últimos cien años. Además, a diferencia de la situación en un número de otros países de América Latina, su triunfo electoral no tuvo como base al movimiento de masas o una masiva movilización electoral. Tiene a su crédito que cuando surgió la oportunidad, Zelaya introdujo medidas populares positivas por el cambio como el aumento dramático en el salario mínimo, aunque excluyó a los trabajadores de las fábricas maquiladoras. Y mientras mantuvo a Honduras afiliada al DR-CAFTA, el Acuerdo Comercial entre Republica Dominicana y Centro América controlado por los EEUU, él afilió a Honduras al ALBA, el acuerdo económico dirigido por Venezuela y Cuba. Esto es algo que incluso algunos gobiernos de América Latina con triunfos electorales de masas de la izquierda no se han atrevido hacer.

Con el pasado privilegiado de Zelaya y sus aspiraciones nacional burgués, no nos debe sorprender, por los tanto que luego de ser secuestrado de Honduras, respondió de manera vacilante y conciliatoria. A pesar de la situación favorable en que se encontraba, en la relación entre América Latina y el imperialismo de los EEUU, Zelaya inmediatamente prometió que si regresaba al poder, él no perseguiría los cambios constitucionales favorables para el  pueblo que precipitaron el golpe. Esto perjudicó la demanda de las masas por una asamblea constituyente que continuaba movilizando a sus simpatizantes. Zelaya mantuvo la esperanza de que Obama y Clinton y su mediador centroamericano asignado, Oscar Arias, le rescatara sin tener que dirigir o siquiera ayudar al movimiento de masas hondureño que se constituyó en defensa de su presidencia y la joven democracia hondureña.

Un Plan de Arias requería que Zelaya fuese restaurado a la presidencia y que él crearía un gobierno de reconciliación nacional. Cuando el gobierno golpista de Micheletti renegó al acuerdo, Zelaya vaciló entre convocar a una insurrección un día y hacer un llamado por la “reconciliación” nacional con las fuerzas de Micheletti el próximo. Durante este tiempo surgió un poderoso impulso de las masas a favor de su regreso al país. De nuevo, Zelaya perjudicó seriamente al movimiento de masas al “regresar” a Honduras cuando tímidamente camino varios pies dentro de la frontera desde Nicaragua y entonces, luego de hablar amigablemente con el personal militar hondureño, de nuevo regresó a Nicaragua.

Para su crédito, a pesar de la debilidad y vacilación burgués de Zelaya, el liderato de la lucha de las masas, incluyendo a las tres federaciones sindicales hondureñas, en representación de la clase trabajadora, maestros, etc., también que las organizaciones de campesinos y estudiantiles, han continuado la lucha por la asamblea constituyente y por la democracia hondureña durante los cinco meses desde el golpe militar. Y han persistido a pesar de la masiva represión militar, incluyendo los arrestos en masa y asesinatos selectivos. Las masas hondureñas han mantenido su vista sobre el objetivo de la democracia nacional.

Los “sueños dorados” de Zelaya sobre las intenciones de Obama-Clinton y el imperialismo de los EEUU también fueron evidentes cuando acordó el Plan del 30 de Octubre a un mes de las elecciones. El Acuerdo Tegucigalpa-San José tuvo como base la iniciativa Arias, pero fue negociado directamente por el Departamento de Estado de Clinton sin un intermediario. ¡¡Zelaya lo aceptó a pesar de que su posible “restauración” a la presidencia se puso en las manos del mismo Congreso que aprobó su destitución y el Régimen Golpista!! Una vez que Zelaya lo firmó, el imperialismo estadounidense pudo declarar que los EUA le daba la bendición  a las elecciones del 29 de noviembre; y los imperialistas tenían la esperanza que esto completaría el exitoso golpe.

Para los revolucionarios, mientras es fácil comprender el oportunismo de Zelaya, el oportunismo de Hugo Chávez y Fidel Castro, dos héroes de la lucha épica de las masas de América Latina en contra del imperialismo de los EEUU, es más difícil aceptar.

Hugo Chávez proviene de origen humilde y ascendió por las filas militares venezolanas. Hoy él es un dirigente nacionalista patriótico pequeño burgués, un genuino antiimperialista quien aspira a dirigir a su nación a convertirse en una fuerza más poderosa y positiva en América Latina y el mundo. Desde su perspectiva pequeño burgués, Chávez ve al imperialismo de los EEUU como un problema de personalidades, y no de un problema sistemático, sin apreciar el hecho que el sistema es conducido por la ambición de ganancias máximas sin importar el costo humano. Él no comprende que el imperialismo de los EEUU no permitiría que su líder fuese elegido “democráticamente.” Tampoco comprende que el Partido Demócrata que produjo la candidatura y la presidencia de Obama es solo un ala de un partido monolítico imperialista guerrero del cual los Republicanos son la otra ala.

Chávez caracterizó a George W. Bush como “Mr. Danger” [“Señor Peligro”] y, en un discurso en las Naciones Unidas se refirió al olor a azufre cuando Bush estaba presente, en clara referencia al “Diablo.”* En contraste, en la Cumbre de Las Américas el pasado abril, Chávez un hombre formidable y de buena presencia, llevó una conversación amigable y calorosa con Obama y le regaló al nuevo presidente de los EEUU el libro “Las Venas Abiertas de América Latina” de Eduardo Galeano el cual documenta la historia trágica de América Latina bajo el dominio imperialista de los EEUU. Aparentemente Chávez pensó que puede traer a Obama a una posición de simpatía por los países de América Latina y de los pueblos aprendiendo la verdad sobre el pasado. Chávez no comprende que Obama es el reemplazo más hábil y competente del “Mr. Danger” y es por lo tanto “Mr. Greater Danger” [Señor Peligro Mayor”]. Las ilusiones de Chávez son de carácter oportunismo de derecha.

* En el Foro Social Mundial que fue auspiciado por su gobierno, el Presidente Chávez no solo se refirió al “Mr. Danger,” también mencionó a la heroína antiguerra de los EEUU, Cindy Sheehan, como “Mrs. Hope” [“Señora Esperanza”]. A diferencia de Chávez, “Mrs. Hope” con su posición valiente, de principio y visión clara en contra de la guerra imperialista, reconoce que Obama representa al mismo “Complejo Militar Industrial de Asaltantes [que] es la razón por la cual estamos en esta crisis...  Nuestras demandas con Obama deben ser las mismas que con el Régimen Bush.” (Cindy Sheehan’s Soapbox, 19-3-09)

Sin embargo, Chávez había girado hacia la posición oportunista de “izquierda” poco después del golpe hondureño cuando amenazó enviar tropas venezolanas para reinstaurar a Zelaya como Presidente. Esta amenaza reflejó la concepción burgués que “grandes hombres,” en lugar de la clase trabajadora y las masas jornaleras, hacen la historia. Y subestimaba la cuestión nacional entre las masas hondureñas, que salían en defensa de su Presidente electo, pero no estaban preparados para que uno “de afuera” resolviera la situación. Como resultado de este error de “izquierda,” los esfuerzos del pueblo hondureño por defender su soberanía nacional y nueva democracia se diluían ya que Chávez, quien había sido blanco de la oligarquía hondureña y las corporaciones de EEUU por la afiliación de Zelaya al ALBA, ahora se hacía un blanco fácil sobre quien la oligarquía hondureña podía descargar algo de las frustraciones y furia del pueblo.

Fidel Castro, como principal líder revolucionario de la Revolución Cubana y principal líder en la defensa de la soberanía cubana en contra del imperialismo de los EEUU por cincuenta años, es hoy el reconocido hombre de estado de la lucha revolucionaria latinoamericana. Fidel es un heroico pero pequeño burgués líder democrático nacional quien ha dirigido el proceso cubano durante circunstancias muy difíciles y dirigido la defensa cubana en contra del imperialismo estadounidense, situado a solo noventa millas de Cuba, aun después del colapso del Campo Socialista. Con la llegada del Régimen Obama, Fidel ha visto que Obama ha mejorado levemente las relaciones económicas y culturales entre Cuba y los EEUU y ve la posibilidad de que se levante el embargo criminal que por décadas el imperialismo de los EEUU ha impuesto contra Cuba. Como observó Stalin sobre su Unión Soviética hacen muchos años:

“... se debe considerar que el peligro del nacionalismo puede surgir del aumento de la influencia burguesa sobre el Partido en el área de la política exterior, en el área de la lucha que los estados capitalistas descargan en contra del estado de la dictadura del proletariado. A penas puede haber duda que la presión de los estados capitalistas sobre nuestro estado es enorme, que las personas que están dirigiendo nuestra política exterior no siempre son exitosos en resistir esta presión, que el peligro de complicaciones a menudo resulta en la tentación a tomar el camino de menor resistencia, el camino del nacionalismo.

“Por otro lado, es obvio que el primer país que triunfe va a asumir el papel de dirigente del movimiento revolucionario mundial solo sobre la base de un internacionalismo consistente, solo sobre la base de una política internacional basada en la Revolución de Octubre, y que el camino de menor resistencia y del nacionalismo en la política exterior es el camino hacia el aislamiento y la muerte del primero país en ser victoriosa.” (Stalin, Obras Escogidas, Vol. 7, páginas 170-171)

Fidel ve a Obama desde esta perspectiva pequeño burguesa. Esto se reflejó recientemente, en el elogio de Fidel para el Comité de Nobel cuando seleccioné a Obama para recibir el Premio Nobel de la Paz.

El hecho que los dos más sobresalientes y admirados hombres de estado antiimperialistas de América Latina han promovido ilusiones democrática burgués sobre Obama, y por lo tanto sobre imperialismo de EEUU, sin duda fueron parte de la razón por la cual Zelaya y el pueblo hondureño no pudieron recuperar su presidencia y triunfó el golpe.*

* Inspira confianza que hay evidencia que Fidel aprendió de esta experiencia agria. A mediados de diciembre, “En una carta para Hugo Chávez que el presidente venezolano leyó al cierre de la cumbre de presidentes izquierdistas de América Latina el lunes, Castro dijo que el ‘imperio de los EEUU está de nuevo a la ofensiva’ en la región. Culpó a Washington por el golpe militar que derrocó al Presidente izquierdista Manuel Zelaya de Honduras en junio y criticó un acuerdo estadounidense con Colombia que les permitió a tropas de los EEUU un acceso mayor a siete bases militares en ese país. Estas obviamente son las verdaderas intenciones del imperio, en esta ocasión bajo la sonrisa amigable del rostro afro-americano de Barack Obama,’ dijo Castro.” (Will Weissert, AP, 14/12/09)

Pero, más allá de Hugo Chávez y Fidel Castro, hasta en los partidos y grupos marxistas-leninistas de América Latina, se promueven las ilusiones pequeño burgués sobre Obama y el imperialismo de los EEUU, mayormente sobre la base de un nacionalismo estrecho pequeño burgués. El movimiento comunista internacional de hoy es dominado por el nacionalismo estrecho pequeño burgués que se opone al internacionalismo proletario. “Si el imperialismo de los EEUU no está ocupando nuestro país o dirigiendo un golpe de estado aquí, nuestro partido se concentrará sobre las clases reaccionarias a nivel local y construiremos nuestro movimiento revolucionario dentro de nuestro propio país, y dejaremos que otros se encarguen de su propia situación.” Esa es la práctica sino la teoría articulada de la mayoría de los partidos o grupos llamados Marxista-Leninistas.

El pasado julio, algunas dos semanas después del golpe en Honduras, la Organización Laboral Revolucionaria, EUA participó en el décimo tercer Seminario Internacional – “Problemas de la Revolución en América Latina” en Ecuador, que co auspició el Partido Comunista de Ecuador (M-L) y el partido electoral apoyado por el CPE (M-L), el Movimiento Popular Democrático (MPD). El Secretario General de nuestra organización, Ray Light, le recomendó a nuestros anfitriones y los otros partidos y grupos, casi todos ellos de América Latina, que se organizara una sesión especial para considerar la crisis urgente en Honduras que recién había surgido y se agravaba. Como señaló el camarada Ray, “Cada día que la restauración de Zelaya a la presidencia de Honduras se posponga hace más probable que nunca será restaurado.” ¡¡Nos preocupó que hubiera muy poco interés en celebrar tal sesión, y pocos partidos y organizaciones presentaron este tema del reciente golpe reaccionario en el Seminario Sobre Problemas de la Revolución en América Latina!! Con nuestra participación activa y la de pocos otros partidos latinoamericanos se adoptó una resolución positiva y oportuna condenando el golpe en Honduras y el papel del imperialismo de los EEUU. Pero el hecho de que la mayoría de los presentes observan la lucha desde una perspectiva estrecha nacionalista pequeño burgués fue innegable.

El camarada Stalin nos enseñó hacen algunos ochenta y cinco años lo siguiente: “Antes solía hablarse de la revolución proletaria en tal o cual país desarrollado como de una magnitud particular y autónoma, que se contraponía, como a su antípoda, al respectivo frente nacional del capital. Ahora, este punto de vista ya no basta. Ahora hay que hablar de la revolución proletaria mundial, pues los distintos frentes nacionales del capital se han convertido en otros tantos eslabones de una misma cadena, que se llama frente mundial del imperialismo y a la cual hay que contraponer el frente general del movimiento revolucionario de todos los países.” (Los Fundamentos del Leninismo, capítulo III)

Lo que la crisis hondureña y la amenaza que representa para todos los pueblos de América Latina requiere es un liderato proletario revolucionario, un liderato basado en la fuerza del proletariado internacional. Esto incluye su entendimiento científico de la naturaleza del enemigo de clase a nivel mundial, la naturaleza global de la lucha, i.e. un entendimiento del carácter objetivo de la lucha de clases entre la clase trabajadora internacional y la clase capitalista internacional, y lo que surge de esto, una estrategia global que pone en aislamiento nuestro enemigo al máximo mientras se moviliza el frente más amplio de aliados temporeros y permanentes de la clase trabajadora internacional para las batallas que se aproximan.

Los Motivos Económicos de Chiquita Banana en el Golpe Contra Zelaya

El Socialismo Científico nos enseña que existe una relación dialéctica entre la política y la economía. Uno de los medios fundamentales en que los oportunistas de toda clase – desde los liberales burgués hasta los revisionistas de la derecha e “izquierda” – subestiman la capacidad de la clase trabajadora y las masas jornaleras para hacer la historia, destruyendo la maquinaria del estado, tomando y controlando el poder estatal de cualquier manera necesaria, es que los oportunistas niegan la conexión necesaria entre la economía y la política. Sobre la base de esta separación de la política y la economía, los oportunistas promueven la idea que Obama o tal o cual representante del capital internacional puede operar de alguna forma fuera de las leyes de la economía política burgués, que Obama puede “escoger” y hacer lo correcto sin la existencia de un movimiento militante popular que lo obligue. Por otro lado, los oportunistas pueden argumentar que “los grandes individuos” (normalmente hombres), en lugar de la clase trabajadora y las masas mismas, hacen a historia.

El Señor Británico Ashcroft y la Nación Soberana de Belice

En América Latina hoy, un ejemplo claro y dramático de la interconexión necesaria entre la política y la economía y su carácter global se puede observar en Belice, conocida anteriormente como Honduras Británica. Como un reflejo de los vientos de cambio progresista en Latinoamérica, este otoño, el Primer Ministro de Belice Dean Barrow, “aunque no es un Hugo Chávez,” impulsó la nacionalización de la compañía de telecomunicación dominante, Telemedia Belice. Veintiocho de los treinta y uno de los miembros de la cámara de Belice votaron por la medida. (Esto con el respaldo de tres de los seis miembros del partido de oposición) ¡De acuerdo con la revista The Economist, esta nacionalización fue dirigida en contra del Británico Lord Ashcroft, quien además es dueño del Banco Belice, el más grande de la nación! Como señala The Economist, “Belice es un país, pero la fortuna de Lord Ashcroft es más de seis veces el total de los bienes del Banco Central.” (24-10-09)

Debemos señalar que el Lord Ashcroft es un dirigente del Partido Conservador Británico. Así que él puede utilizar su poderío económico sobre la base de la superexplotación del pueblo de Belice para fortalecer el dominio capitalista sobre la clase trabajadora británica. Y Ashcroft utiliza su mollero político en Inglaterra para ayudar a darle forma a la conducta de Gran Bretaña, un poder mayor a nivel mundial, en su relación con la pequeña y oprimida nación de Belice. ¿Permitirá Ashcroft que quiten su fortuna y poder sin una pelea? ¿Usará todas las armas políticas y económicas con los que dispone para defender sus intereses? Debido a que tanto poder político yeconómico está concentrado en las manos de un solo individuo, Lord Ashcroft, la penetración de las políticas y economía imperialista en este caso son incontestables.



Bush y Obama y la United Fruit Company

La notoria United Fruit Company tiene mucho más importancia en la historia de la opresión imperialista estadounidense a Latinoamérica y Honduras en particular. Debido mayormente a su mala reputación, la compañía cambió su nombre a United Brands y luego a Chiquita Banana.

Comenzó en el sector bananero alrededor del fin del siglo 19 y al comienzo del siglo 20. Ya para el 1904 el famoso escritor, O. Henry se inventó el término “república bananera” para referirse a los asesinatos incontrolables en contra de trabajadores y otras acciones criminales de la United Fruit Company en Honduras. El jefe de United Fruit una vez famosamente comentó, “En Honduras una mula cuesta más que un miembro del parlamento.”

Para los 1920s la United Fruit controlaba 650,000 acres de las mejores tierras, casi una cuarta parte de la tierra productiva de Honduras. En Colombia, en el 1928, la United Fruit Company consiguió que militares de ese país le dispararan y asesinaran a muchos de los tres mil trabajadores bananeros que se había declarado en huelga por mejores salarios y condiciones del trabajo.

En Guatemala en 1954, el Presidente progresista Jacobo Arbenz implementó una reforma agraria y consideraba redistribuir unos terrenos a los campesinos pertenecientes a la United Fruit pero que esta no utilizaba. La United Fruit respaldó el golpe militar de la CIA en contra de Arbenz. En 1961 la United Fruit le prestó sus barcos al intento de exiliados cubanos respaldados por la CIA por derrocar el gobierno revolucionario dirigido por Fidel Castro en Playa Girón.

Luego de esta derrota, United Fruit se cambió el nombre a United Brands, y en el 1972 ascendió al General Oswaldo López Arellano al poder en Honduras [por el segundo vez.] Este eventualmente se vio obligado a renunciar debido a un escándalo en que se le acusaba de recibir un enorme soborno de la United Brands a cambio de un acuerdo en el que rebajaría los impuestos a las frutas exportadas.

A finales de los 1990s, la compañía ahora conocida como Chiquita, financió a grupos derechistas paramilitares en Colombia. Chiquita se convirtió en la primera compañía de los EEUU en la historia a ser convicta de tener relaciones financieras con una organización designada de terrorista por los EEUU y se vio obligada a pagar una multa de $25 millones de dólares en un arreglo con el Departamento de Justicia. Mientras tanto, el ejecutivo principal de la Chiquita, Charles Lindner, quien contribuye grande sumas al Partido Republicano, comenzó a contribuir grandes cantidades de dinero al Presidente Demócrata Bill Clinton. El Comandante en Jefe Clinton, comenzó a respaldar al Presidente Andrés Pastrana quien gobernó mientras se proliferaban los escuadrones de la muerte derechistas en Colombia. Un abogado de las víctimas de la violencia paramilitar declaró en una demanda legal, que la relación de Chiquita con los paramilitares “se trataba de adquirir todos los aspectos de la distribución y venta de banano por medio de una campaña de terror.” (Esta cita viene de la revista Counterpunchdel 17 de julio del 2009 del artículo de Nikolas Kozloff, titulado, “De Arbenz a Zelaya – Chiquita (United Fruit) en América Latina.” Mucha de la documentación en esta sección de nuestro boletín viene del excelente artículo de Kozloff. –OLR)

¡El respaldo bipartidista de Chiquita tanto a administraciones del Partido Demócrata como del Republicano durante la última década y más continúa hasta hoy – desde Bill Clinton hasta George W. Bush hasta Barack Obama! En este proceso la poderosa firma legal de Washington, DC de Covington y Burling ha desempeñado un papel destacado. John Bolton fue el embajador a las Naciones Unidas de George W. Bush y ha sido un enemigo implacable de la izquierda Latinoamericana, incluyendo de Hugo Chávez. Bolton fue parte del equipo de Covington entre el 1974 y el 1981.

John Negroponte, quien fue jefe de todas las operaciones de inteligencia de los EEUU bajo el Republicano George W. Bush, se convirtió en Vicepresidente de Covington en la Primavera del 2009 durante el mismo periodo en que desempeñó una función clave en la preparación del golpe contra el Presidente Zelaya del 28 de junio del 2009.*

* Negroponte fue el embajador de Reagan a Honduras durante 1981-1985, cuando el Régimen Reagan lanzó una guerra inconstitucional para derrocar al Régimen Sandinista de Nicaragua. Como señaláramos en el 1982, “El artículo de portada de la revista Newsweek,  en su edición del 8 de noviembre de 1982, puso al descubierto ‘La Guerra Secreta Americana’ en contra la nación nicaragüense’… El artículo de Newsweek revela que John Negroponte, embajador de Reagan en Honduras, es quien verdaderamente manda en Honduras.” Citamos a Newsweek así:

“... el comandante de las fuerzas armadas, General Gustavo Alfonso Álvarez,…todavía es el hondureño más poderoso del país a pesar de la elección del Presidente Roberto Suazo Córdova en enero, el primer presidente civil en nuevo años. ‘Ellos discuten lo que se ha de hacer y luego Álvarez hace lo que Negroponte le dice,’ comento de hecho un miembro del alto comando militar.”

Nosotros concluimos: “¡En otras palabras, el primer presidente civil de Honduras en nueve años tiene menos poder que los generales militares y los generales militares reciben sus órdenes del embajador de los EEUU, Negroponte!” (“El Imperialismo Estadounidense y su Empuje Hacia la Reacción, la Violencia y la Guerra,” Boletín Rayo de Luz #14, noviembre 1982)

Hoy él es consejero no oficial pero clave a la Secretaria de Estado de Obama, Hillary Clinton, la esposa del presidente Demócrata anterior con quien Chiquita tuvo una relación cercana. Inmediatamente luego del golpe contra Zelaya, y mientras Obama “condenaba” de boca al golpe, la Secretaria de Estado Clinton hizo muy claro que el gobierno de los EEUU no ejercería ninguna acción para poner presión contra el Régimen Golpista de Micheletti para obligarlo a restaurar a Zelaya.

El Secretario de Estado de Obama, Eric Holder, fue hasta hace poco, socio de Covington y Burling. En esa capacidad Holder fue el abogado principal en la defensa de Chiquita en contra de la investigación del Departamento de Justicia a los negocios financieros de Chiquita con las organizaciones derechistas terroristas en Colombia. ¡A pesar de que la compañía tuvo que pagar una multa de $25 millones de dólares y fue la primera compañía de los EEUU en la historia condenada por tener relaciones financieras con una organización terrorista, Holder llegó a un acuerdo clemente bajo el cual ninguno de los seis oficiales que aprobaron el pago a los terroristas se vio obligado a cumplir tiempo en la cárcel! ¿¿Será posible que alguien pueda creer que Holder ha dejado de defender a Chiquita ahora que él es el jefe del Departamento de Justicia??

A principios del 2009, Chiquita Banana se había quejado que si el Presidente Zelaya aumentaba el salario mínimo en un 60% como proponía, Chiquita perdería millones de dólares en ganancias. Cuando se aprobó el salario mínimo, Chiquita se unió a Dole y el grupo empresarial más importante de Honduras, el Consejo Nacional de Empresarios Hondureños que cuenta con 60 organizaciones comerciales, en un intento por dar marcha atrás a los aumentos salariales.

De modo que Chiquita contaba con la fuerza bipartidista política en los EUA e internacionalmente para defender sus intereses económicos en Honduras. Tenía un fuerte motivo para el golpe. Tenía un largo historial de tomar medidas parecidas. ¡¿Qué “proceso democrático” en los EUA o en el mundo hoy día se pudo haber implementado para detener a Chiquita y al imperialismo de los EEUU de llevar a cabo otro golpe en Centro América, otra acción violenta para reprimir la voluntad democrática del pueblo hondureño?!

Conclusión:

La Revolución Latinoamericana Luego del Golpe Hondureño

¡Solo la clase trabajadora internacional, incluyendo la clase trabajadora hondureña, cuenta con la experiencia concreta en la lucha de clases entre la fuerza laboral y el capital para comprender la gran motivación que tiene el capital internacional para defender sus ganancias de cualquier manera necesaria! El proletariado revolucionaria comprende que el sistema del capitalismo monopolista e imperialismo, el sistema capitalista moderno basado en la explotación del hombre por el hombre, debe ser destruido y sustituido por el socialismo, el sistema económico-político que se basa en la cooperación entre toda la humanidad jornalera. Solo la clase trabajadora internacional tiene la relación a los medios de producción que le concede la fuerza estratégica para organizar un movimiento de las masas de la humanidad con el propósito de derrocar el viejo y moribundo, sistema violento y parasítico del capitalismo monopolista e imperialismo.

En Latinoamérica hoy existen tantos diversos niveles de dependencia e independencia del imperialismo, dirigido por el imperialismo de los EEUU, como hay países Latinoamericanos. Por lo tanto, los partidos revolucionarios proletarios y organizaciones de vanguardia tienen que tener en mente las palabras de Lenin sobre “... el capital financiera... crea toda una serie de formas de transición de dependencia estatal. Para esta época son típicos no sólo los dos grupos fundamentales de países: los que poseen colonias y los países coloniales, sino también las formas variadas de países dependientes, políticamente independiente, desde un punto de vista formal, pero, en realidad, envueltos por las redes de la dependencia financiera y diplomática.” (El Imperialismo, Fase Superior Del Capitalismo, Capítulo 6)

Por eso, el movimiento de vanguardia proletario debe proceder sobre la base de un análisis concreto de las condiciones concretas en cada país. La fuerza relativa de la vanguardia marxista-leninista, a nivel nacional e internacional, incluyendo lo cercano que sean sus relaciones con el movimiento de la clase trabajadora, los movimientos de las masas y las fuerzas de esta, todo relativo a las clases dominante local y los poderes imperialistas y sus conexiones internacionales, determinarán una estrategia y tácticas revolucionaria correcta en cada país.

En segundo lugar, nuestra estrategia y tácticas revolucionaria deben resultar de la perspectiva de la teoría leninista de la revolución de dos etapas: “El proletariado tiene que conducir hasta el final la revolución democrática, y unir a las masas del campesinado a sí mismo para aplastar con fuerza la resistencia de la autocracia y paralizar la inestabilidad de la burguesía. El proletariado tiene que lograr la revolución socialista y en esto unir a sí mismo las masas de los elementos semi-proletarios de la población para aplastar con fuerza la resistencia de la burguesía y paralizar la inestabilidad del campesinado y la pequeña burguesía.” (Dos Tácticas de la Social Democracia en la Revolución Democrática, Capítulo 12)

Lenin aconseja que la transición del la etapa democrática nacional a la etapa socialista de la revolución se debe comenzar tan pronto que el grado de preparación del proletariado y su vanguardia revolucionaria le permita. Esto es crucial para que no se pierda el impulso revolucionario y para no darle a las fuerzas de la reacción el tiempo para reagruparse y regresar.

Finamente, una nueva edición de la Tercera Internacional (Comunista) se debe constituir y el trabajo hacia ese fin se debe comenzar inmediatamente. Todo Partido Marxista-Leninista merecedor del nombre necesita comenzar a comprender y poner en práctica lo que Che Guevara comprendió hacen cuarenta años: Para el Che todos somos vietnamitas; todos somos surafricanos; todos somos bolivianos. ¡Hoy todos somos iraquí; todos somos afganos; todos somos hondureños! ¡Esta perspectiva proletaria internacionalista fluye de manera dialéctica de la visión estratégica de Carlos Marx que la clase trabajadora no tiene nacionalidad!

Vamos inmediatamente revivir en nuestra práctica partidaria la consigna revolucionaria de la Tercera Internacional:

¡Trabajadores del Mundo y Pueblos Oprimidos – Uníos!

“El proletariado necesita la verdad y no es nada tan dañoso a su causa que las mentiras plausibles, respetables, pequeño burguesas.”

– V. I. Lenin

Obras Escogidas, Volumen X, p. 41




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